martes, 19 de julio de 2011

Lactancia Materna después de una cesárea

Por IBONE OLZA FERNÁNDEZ Psiquiatra Infanto-juvenil.


El nacimiento de un hijo es uno de los acontecimientos vitales más significativos y de mayor impacto en la vida de la mujer. Lamentablemente asistimos a una epidemia de cesáreas, en su mayoría “inne-cesáreas” como ha denunciado la Organización Mundial de la Salud, que señala que en ningún país se debería superar el 10-15% de nacimientos por cesárea, mientras en nuestro país se roza el 25%, es decir, uno de cada cuatro niños viene al mundo por cesárea. Para las madres que han tenido una cesárea la lactancia tiene ventajas adicionales como :

El útero recupera antes su tamaño normal (la cesárea hace que el útero tarde más en recuperar el tamaño normal que si el parto hubiera sido vaginal 1).
Favorece la pérdida de peso, lo cual es aún más beneficioso si la madre tiene limitada su movilidad y actividad física durante las primeras semanas como consecuencia de la cesárea.
La protección para el bebé de numerosas infecciones puede ser especialmente importante para los niños que nacen por cesárea tras un parto largo con rotura de bolsa o que permanecen ingresados en el hospital, donde el riesgo de infecciones es mayor.
Pero sobre todo el éxito en la lactancia permite a muchas madres recuperar la confianza en su cuerpo y la autoestima que se vio quebrantada por la cesárea 2. Al favorecer el vínculo, la lactancia puede ser un instrumento de sanación de la herida emocional producida por el parto traumático, tanto para la madre como para el niño.

A pesar de estos beneficios los obstáculos son importantes. De hecho son numerosos los estudios que demuestran que las madres que tienen una cesárea dan menos el pecho que las que dan a luz vaginalmente. Los motivos son múltiples, desde el retraso en la primera toma y las dificultades derivadas de algunas rutinas hospitalarias hasta la falla en la confianza de la mujer tras la cesárea.

DIFICULTADES PARA AMAMANTAR DESPUÉS DE LA CESÁREA
Un estudio 3 señaló que las madre que daban a luz por cesárea urgente presentaban niveles más bajos de oxitocina y prolactina, las hormonas de la lactancia, en las primeras 48 horas del posparto. Otros autores también han concluido que las madres que dan a luz por cesárea presentan un riesgo tres veces mayor de abandonar la lactancia en el primer mes 4. Sin embargo las diferencias en la duración de la lactancia entre las madres que han dado a luz vaginalmente y las que lo han hecho por cesárea desaparecen después del primer mes 5. Por lo tanto resulta evidente que después de una cesárea las madres necesitan un apoyo especial e individualizado y un seguimiento estrecho en el inicio de la lactancia 6.

La mayoría de las dificultades que encuentran muchas madres para amamantar tras la cesárea no son debidas a la intervención sino a toda una serie de creencias erróneas y/o prácticas inadecuadas en el hospital que a menudo motivan que la lactancia termine antes de lo que la madre deseaba.

En realidad la lactancia se puede iniciar en la primera hora de vida del bebé incluso si éste ha nacido por cesárea. No existe ningún motivo médico que justifique el que a los bebés se les mantenga en observación sin sus padres durante las primeras 24 horas siguientes a la cesárea, como se realiza rutinariamente en algunos hospitales españoles. La primera recomendación para amamantar tras una cesárea es pues sencilla: no separar a madre y bebé bajo ningún argumento.

El cansancio, la fatiga y el estrés vivido por la madre pueden por sí solos inhibir la producción de la hormona prolactina. Este efecto suele verse acrecentado por las normas del hospital que a menudo impiden que la madre que ha tenido una cesárea descanse efectivamente: A esto se añade la creencia de que “la cesárea debilita tanto que la leche no alimenta al bebé”. A menudo se achaca a la debilidad materna secundaria a la cesárea el llanto del bebé, es decir, se interpreta que si el bebé llora mucho a pesar de tomar el pecho será porque la leche no le alimenta. Otro de las nociones que entorpece bastante la lactancia tras la cesárea es la de que “para que la madre descanse y se recupere antes es preferible que dé el biberón”. Preparar biberones en medio de la noche suele ser bastante más agotador que amamantar en la cama y como ya hemos comentado la lactancia favorece el que la madre se recupere antes de la cesárea.

El encontrar una buena postura para amamantar tras la cesárea puede no ser sencillo.
Muchas madres encuentran que la mejor postura en estos casos es tumbadas, esto también favorece el que echen pequeñas siestas cada vez que el bebé se duerme al pecho, lo que acelera bastante la recuperación materna. Otras madres se beneficiaron de los cojines especiales para la lactancia, que permiten tener al bebé bien colocado en el pecho sin que se apoye en el vientre de la madre, lo que evita el dolor. Los bebés nacidos por cesárea pueden tener dificultades propias de su nacimiento. Algunos pasan las primeras semanas muy adormilados, casi siempre por haber nacido dos o tres semanas antes de tiempo. Otros lloran desconsoladamente. A veces no sabemos porqué lloran, aparentemente todo está bien. Lo cierto es que algunos niños han sufrido mucho en el parto, en la cesárea o en las primeras horas de vida. Llevan el susto metido en el cuerpo, por decirlo de alguna manera, para ellos la experiencia ha sido dura. Resulta obvio, pero hay que recordar que los bebés se enteran de todo, sufren y se emocionan exactamente igual que todos los humanos, y si un bebé ha tenido un parto traumático puede recordarlo o tener pesadillas con el mismo. Lo importante es entender que incluso si no sabemos muy bien qué es lo que les pasa siempre podemos ofrecerles el pecho como consuelo o simplemente tenerlos en brazos y cantarles o acariciarles.

Los profesionales sanitarios a menudo desconocen el sufrimiento emocional que muchas madres atraviesan tras la cesárea. Por el contrario prevalece el imperativo de que la madre debe de estar feliz porque tiene “un bebé sano” o agradecida por la cesárea. Pero lo uno no quita lo otro: se puede estar muy feliz por la llegada al mundo de un hijo y a la vez muy triste por la pérdida del parto soñado o de las primeras horas junto al bebé. La cesárea es ante todo un sacrificio y un acto de amor: cuando una madre acepta ser seccionada casi siempre lo hace desde el convencimiento de que eso es lo mejor para su hijo .

Para algunas madres la cesárea no supone ningún trauma aparente, otras pueden tener sentimientos de pérdida y o fracaso.

¿Por qué son tan variables las reacciones ante un mismo suceso? Toda una serie de factores pueden inclinar la balanza en uno u otro sentido. En primer lugar los factores obstétricos. En las cesáreas urgentes el miedo por la vida del bebé o la propia vida puede ser una situación tan estresante como para desencadenar un verdadero síndrome de estrés postraumático, una reacción psicológica que hoy se sabe que puede producirse después de situaciones estresantes en el parto 7-9.

Por contra las cesáreas programadas pueden permitir que la mujer se prepare mejor psicológicamente para la intervención. Sin embargo este aspecto por sí sólo no justifica el programar la cesárea sin que haya trabajo de parto previo, ya que casi siempre se puede esperar a que se inicie el parto de manera espontánea y entonces realizar la intervención, así la mujer ha podido prepararse para la cesárea y también evitar entre otros el riesgo de que el bebé tenga problemas respiratorios, cosa frecuente en las cesáreas programadas. Además así el bebé al menos ha podido elegir su fecha de nacimiento.

El nacimiento, incluso si acontece en un quirófano, debería ser siempre tratado con el máximo respeto por parte de los profesionales : la madre y el niño son los verdaderos protagonistas.

Si la mujer se ha sentido partícipe de la decisión, si ha sido bien informada, si ha percibido la cesárea como imprescindible es más probable que la asimile bien 13.
Por el contrario, si se ha sentido maltratada verbalmente, si no ha sido acompañada y si la indicación de la cesárea ha sido dudosa o claramente innecesaria el malestar psicológico probablemente será significativo o incluso creciente conforme pase el tiempo. Para muchas madres el momento más doloroso llega meses o años después de la cesárea, cuando descubren que esta se podía haber evitado o que el motivo que se les dió en su momento era dudoso o incluso falso. Los aspectos socioculturales pueden favorecer la satisfacción de la mujer con el procedimiento, como es el caso de aquellos círculos sociales donde la cesárea se percibe como un privilegio de las clases altas (fenómeno descrito en algunas sociedades latinoamericanas, como Brasil o México) o por el contrario pueden incrementar su aislamiento y sufrimiento interno si la familia o los amigos no entienden la decepción de la madre con el nacimiento 10. Varios investigadores han estudiado las reacciones psicológicas presentes entre algunas mujeres que han dado a luz por cesárea. La más generalizada es la sensación de pérdida, es decir, el duelo por no haber tenido el parto soñado 11. Esto se puede expresar en términos de decepción o de tristeza intensa por no haber estado presente en el nacimiento “aunque me lo enseñaron al nacer yo no lo recuerdo, me da rabia tener que imaginarme lo que otras mujeres recuerdan toda su vida” 12.

La psicóloga Cheryl Beck analizó los relatos de mujeres que presentaban síndrome de estrés postraumático relacionado con el parto13. Encontró que las madres que lo padecen :

Continuamente recuerdan y reviven el parto mediante flashbacks y pesadillas, durante semanas o meses.

Se sienten desconectadas o extrañadas ante sus bebes y ausentes de la realidad, como si no estuvieran allí o no fueran las mismas.

El trauma vivido hace que necesiten entender y hablar continuamente de lo que les sucedió y que busquen información médica sobre sus partos de manera obsesiva (”obsesión y monotema”)

Se sienten enfadadas con los profesionales, con sus familiares y consigo mismas. Presentan síntomas de ansiedad y depresión. El SEPT dificulta la relación de las madres con los profesionales sanitarios.

Su experiencia de la maternidad se ve muy afectada. A menudo se sienten distanciadas de sus hijos. Tienen muchas dificultades para relacionarse con otras madres, no pueden evitar comparar su parto con el de las otras. El síndrome puede producir un rechazo a la sexualidad, a tener más hijos, o hacer que la madre pida una cesárea programada en el siguiente embarazo.

CÓMO FACILITAR LA LACTANCIA TRAS LA CESÁREA
Evitar la separación madre bebé tras la cesárea o minimizarla, y reforzar la autoestima y confianza maternas mediante mensajes positivos son la manera de ayudar a las madres a establecer la lactancia tras la cesárea. Prácticamente siempre la lactancia se puede iniciar en el quirófano. Casi todos los problemas con la lactancia se solucionan de manera similar: metiéndose madre y bebé semidesnudos en la cama, poniendo al bebe sobre el pecho de la madre, recomenzando, armándose de paciencia y cariño, posponiendo todo lo demás, ofreciendo el pecho verdaderamente a demanda. La manera de aumentar la producción de leche es simple: tener al bebé más tiempo al pecho. Si a pesar de todo sigue habiendo un problema es necesario que un buen profesional lo diagnostique y ofrezca una solución que permita continuar con el pecho, siempre animando y reconociendo el valor y mérito que tiene la madre en esa circunstancia. Algunas mujeres, además de sentirse culpables por haber tenido una cesárea en vez de un parto vaginal, se sienten fracasadas por no haber conseguido amamantar a su bebé14. En la mayoría de los casos el abandono de la lactancia ha sido debido a una serie de consejos erróneos y a una falta de apoyo por parte del entorno familiar y sanitario. Por eso es importante celebrar los logros, incluso si estos parecen pequeños. Si una madre logró amamantar a su bebe durante 15 días, eso ya tiene mérito. A veces los inicios de la lactancia son tan difíciles que se convierte en una situación de muchísimo agobio y angustia, un martirio real. Entender por qué no funcionó la lactancia también es la mejor manera de amamantar con éxito la siguiente vez. La recuperación emocional puede ser larga y laboriosa, y en algunos casos es preciso recurrir a la ayuda profesional, especialmente si hay un síndrome de estrés postraumático o una depresión posparto. Incluso si es recomendable iniciar tratamiento farmacológico, hay que recordar la mayoría de los psicofármacos son perfectamente compatibles con la lactancia materna 15. Cualquier planteamiento terapéutico debería iniciarse con un reconocimiento explícito a la madre por amamantar con éxito en una sociedad donde es tan pequeño el porcentaje de bebés amamantados de forma exclusiva. Este reconocimiento inicia el apoyo a la autoestima materna. La relación terapéutica por lo tanto debería basarse en el apoyo y refuerzo del vínculo materno filial y de la lactancia, no al contrario.

BIBLIOGRAFÍA
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Laufer, AB. Breastfeeding. Toward Resolution of the Unsatisfying Birth Experience. Journal of Nurse-Midwifery. January 1990; 35(1):42- 45.
Nissen, E et al. Different Patterns of Oxytocin, Prolactin But Not Cortisol Release During Breastfeeding in Women Delivered By Caesarean Section or by the Vaginal Route. Early Hum Dev. July 1996; 45(- 2):103-18.
Weiderpass, E et al. Incidence and Duration of Breast-Feeding by Type of Delivery: A Longitudinal Study in Southeastern of Brazil. Rev Saude Publica. June 1998; 32(3): 225-31.
Sozmen, M. Effects of Early Suckling of Cesarean-Born Babies on Lactation. Biol Neonate. 1992; 62(1): 67-8.
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Nuttall C. The cesarean culture of Brazil. British Medical Journal. 2000; 320: 1072.
Clement S. “Psychological aspects of caesarean section”. Best Pract Research Clinical Obst and Gynaecology, 2001; vol 15 no 1, pp 109-126.
Olza, I. Aspectos psicosociales del parto cesárea”. Revista OB STARE, número 8, marzo 2003.
Beck, Cheryl. “Post-traumatic stress disorder due to childbirth. The aftermath” Nursing Research, July August 2004, vol 53, no 4.
Olza, I. Lebrero, E. “¿Nacer por cesárea? Evitar cesáreas innecesarias, vivir cesáreas respetuosas”. Ediciones Granica, 2005.
Olza I., Gainza, I.“Alternativas al tratamiento psicofarmacológico en madres lactantes con depresión postparto en atención primaria”. Revista OB STARE número 7, enero 2003.
Enlace recomendado: Foro apoyocesareas: www.elistas.net/lista/ apoyocesareas.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo le dí a mis dos hijos inmediatamente después de cesareas y se puede, si quieres puedes.

Bea y Mauro dijo...

Hola, se hace duro, has de tener mucha paciencia pero por tus hijos y por tí misma sacas fuerza de donde no las hay. Animo¡¡¡

Anónimo dijo...

Me ha encantado "sanación de la herida emocional producida por el parto traumático, tanto para la madre como para el niño".

Rosana dijo...

Un artículo muy interesante.Menciona varias veces la importancia del contacto precoz,de no separar al bebé de la madre pero en muchos hospitales y clínicas la separación es rutinaria.Ante esta separación,las madres y padres deben saber que tienen derecho a reclamar a su bebé siempre que éste se encuentre en buenas condiciones.El padre e incluso la abuela puede sostener amorosamente al bebé mientras la mamá está en recuperación.

Saludos.

Anónimo dijo...

Yo he tenido dos cesáreas y si se quiere, se puede. Con la primera tuve la subida de la leche a las 12 horas de nacer y estuve 13 meses amamantando, y con la segunda me tardó día y medio y va por los 6 y no tiene pinta de separarse. Para mí, al principio, la postura más cómoda era la de abajo a la izquierda, aunque todo el mundo me dijera que los bebés no maman boca abajo. Los bebés maman como ellos y sus madres estén más cómodos, no como quede bien en la foto! Ánimo a todas que querer es poder!!!

Anónimo dijo...

A mi me han programado cesarea y sí quiero dar el pecho aunque tenia muchas dudas, leyendo el articulo y los comentarios me dais muchos animos. gracias.
Lucia Solroca.

Anónimo dijo...

Yo tambien he tenido dos cesareas, y he dado de mamar a los dos, 10 y 16 meses respectivamente, me tardó un poco en subir la leche, y tuve que darle un biberon en el hospital, pero luego chorreaban los pezones,,,, si se puede se puede... no hay una regla para todo...hay personas que han tenido parto vaginal i no han podido dar el pecho....

Rosana dijo...

Por si resulta de interés y queréis profundizar,Ibone Olza escribió junto con Enrique Lebrero,ginecólogo de la maternidad Acuario un libro titulado ¿Nacer por cesárea?.Absolutamente recomendable,con datos científicos y una sensibilidad exquisita.

Anónimo dijo...

tuve a mi hijo por cesárea programada, tardaron 5 horas en subirme a planta, es decir, hasta las 5 horas no le pude dar el pecho. En cuanto me subieron me lo enganché y así llevamos ya 10 meses,... y lo que nos queda!!!!!!!!!. Es cuestión de tener claro las decisiones

Nataly dijo...

Yo tuve a mi peque por cesárea y a pesar que estuvimos separados la primera hora y media (su padre lo tuve siempre y no permitió que le dieran biberon) en cuanto estuvo conmigo me buscó el pecho y no tuvimos ningún problema. Ahora mi peque tiene 14 meses y sigue con lactancia materna.

CANARIAS dijo...

Debido a un riesgo infeccioso tuve un parto por cesárea, ví a mi niño un momento, lo besé y ya no lo ví más hasta el día siguiente que me armé de fuerzas y bajé a verlo pq estaba ingresado debido al riesgo infeccioso. Yo me recuperé rápido pero el niño tuvo que permanecer casi una semana en el hospital, a mi se me permitió, al ser cesárea, el quedarme con él. Durante ese tiempo intenté darle el pecho, pero no podìa, estaba bloqueada por todo lo ocurrido y pq para mí fue muy duro no poder quedarme con mi niño al nacer......pero al volver a casa después de una semana y con ayuda de mi familia que me apoyó al máximo conseguí darle el pecho al niño hasta los 8 meses que se destetó pq realmente fue una lactancia mixta, pero estoy muy orgullosa de haberle dado el pecho a mi niño y con lo que supuso esa traumática separación inicial el darle el pecho me quitó toda esa pena pq volví a sentir ese vínculo que teníamos ante.....un saludo a todas las mamás....Canarias

mariajose dijo...

Enhorabuena y felicidades a todas vosotras que no habeis dejado de insistir para lograr lo que queríais. Un fuerte abrazo y todo nuestro apoyo.
Lo más importante es saber lo que una quiere y sentirse apoyada, y tanto si pudo ser lactancia materna como si no, hacerlo con todo el amor, cariño y respeto que nuestros hijos se merecen.