Los pezones planos o invertidos no deberían ser un problema para la lactancia pues los bebés no maman del pezón sino del pecho. La mayoría de los pezones invertidos están rodeados de tejido suficientemente protráctil como para que el pezón protuya con la estimulación o la succión, e incluso después de unos cuantos días de lactancia se mantengan hacia fuera incluso entre toma y toma.
Los verdaderos pezones invertidos en los que los filamentos musculares que hacen revertir el pezón no existen o son muy cortos son extremadamente raros y comportan serios problemas. El intento de amamantar o extraer leche provoca heridas y dolor importantes, ya que el pezón sale a costa de romper los tejidos internos. Incluso una madre muy motivada para amamantar lo va a tener imposible.
Por suerte, como hemos comentado, la mayoría de mujeres con pezones invertidos no tienen problemas y pueden amamantar porque el pezón queda modelado en la boca del bebé durante la succión.
Durante mucho tiempo se ha recomendado a las madres con pezones planos o invertidos hacer algo durante el embarazo para que los pezones salieran y así no tener problemas para amamantar. En 1995 en Reino Unido se hizo un estudio con 463 madres que tenían pezones planos o invertidos y se les dividió en tres grupos:
Al primero le asignaron realizar los ejercicios de Hofman 5 minutos cada día, que son estiramientos y rotaciones del pezón, durante el tercer trimestre de embarazo.
Al segundo utilizar también durante el tercer trimestre los escudos formadores de pezón.
Al tercer grupo se le asignó no hacer nada.
A las 6 semanas se entrevistaron a todas las madres y se constató que en el primer grupo lactaba con éxito el 44 por ciento de ellas, en el segundo grupo el 45 por ciento y en el tercer grupo el 46 por ciento.
La conclusión del estudio fue de que NINGUNO de esos métodos funciona.
En Australia, se hizo otro estudio con 300 madres con pezones invertidos o planos: a la mitad se le asignó realizar ejercicios de Hofman y a la otra mitad no hacer nada. No hubo diferencia en éxito de la lactancia en un grupo u otro pero un 10 por ciento de las madres que tenían asignado realizarse los ejercicios de Hofman no quisieron comenzar la lactancia materna, porque no soportaban hacerse eso y estaban convencidas que si no lo hacían no lograrían amamantar.
En cuanto al Niplette, consiste en un dedal de plástico que se coloca en el pezón, se conecta a una jeringa de 2 cm y se hace el vacío, con lo que el pezón queda succionado dentro del dedal y se retira la jeringa. Los fabricantes sugieren que la mujer embarazada lleve el dedal puesto cada día un rato más hasta conseguir una hora al día. Es efectivo pero caro y sumamente molesto y doloroso. Más pensando que un bebé consigue el mismo efecto en unas horas o un par de días.
Además todos estos métodos están haciendo sentir a la madre que sus pechos no son válidos para la lactancia y predisponiéndola a fracasar.
Los pezones planos o invertidos no son en sí mismos un impedimento para la lactancia materna aunque pueden llegar a serlo si se añaden otros factores de dificultad como:
-Inicio tardío de la lactancia (Después de las 2 primeras horas después del parto). Los bebes a la hora de vida tienen todos los instintos a flor de piel, yo siempre he dicho que en ese momento mamarían de una pared. Pasadas dos horas entran en periodo de letargo y duermen durante muchas horas. Intentar iniciar la lactancia materna en ese periodo y sobre todo después de haber recibido un chupete o biberón no suele salir bien. Lo primero que tiene en la boca un bebé crea impronta, es importante que haga impronta con el pecho, y si uno de los pezones es más plano o invertido que el otro mejor empezar con ese.
-Ofrecer biberones de leche de formula, sueros o chupetes. Porque no se parece en nada una tetina o chupete a un pezón plano o invertido.
-Uso de pezoneras, pues su uso retrasa el aprendizaje del bebé a mamar correctamente e impide el moldeamiento del pezón.
-Horarios estrictos que favorecen la ingurgitación. Una mama con pezón plano ingurgitada se convierte en una pelota, no hay por donde agarrarse a mamar. Ideal prevenirla, pero si sucede ya sabemos lo que hacer.
-Comentarios desalentadores por parte de familiares o profesionales.
La asistencia profesional en la primera toma es crucial. Posiblemente la madre esté convaleciente de la anestesia epidural, lleve una vía endovenosa y necesite ayuda para iniciarla primera toma.
Acercaremos al niño junto a la madre y a falta de pezón estimularemos con un dedo las mejillas para provocar el reflejo de búsqueda, el apoyo mandibular contra el pecho le provocará abrir la boca como si bostezara, tomaremos una porción de pecho y apuntando el pezón hacia el paladar guiaremos al niño al agarre sujetando el pecho por detrás de la areola. Una vez el niño se ha agarrado, mantener la sujeción hasta que haya succionado un par de veces y se haya creado el vacío suficiente para que el pezón quede situado en la boca y el pecho no se escape.
Si el bebé se agarra bien la primera vez, ya lo hará siempre bien.
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