Os transcribimos el documento que el viernes 27, en la charla de matronas dimos a todas las personas que venían, por si alguien se quedó sin él o no pudo venir.
Enhorabuena por tu maternidad.
Es importante conocer dónde y quiénes nos van a ayudar a traer a nuestros hijos al mundo, pero no menos importante es conocer lo beneficioso que para nosotras y para nuestras criaturas es dar el pecho, alimentar a nuestros bebes con nuestro cuerpo.
Es importante favorecer la lactancia en los primero minutos, donde el instinto de búsqueda y succión del bebé es más potente que nunca. No es menos importante el regalo que el recién nacido hace a su madre con la instauración temprana de la lactancia: durante el parto las contracciones del útero se han sucedido gracias a la oxitocina que ha producido el organismo de la mujer. Nace el bebé y con el contacto con la piel del recién nacido, los niveles de oxitocina natural son altísimos y suben aún más cuando el bebé comienza la succión del pecho. Ese nuevo pico de oxitocina favorece la contracción rápida del útero y la expulsión de la placenta, provoca la eyección del calostro, uno de los alimentos más importantes de su vida, su primera vacuna... Además asegura a la madre frente a uno de los peligros más importantes del postparto: las hemorragias. La oxitocina, también llamada la hormona del amor, favorece el vínculo mamá - bebé y tiene además un importante efecto anti-estrés del que se benefician ambos.
A TENER EN CUENTA:
• La decisión de amamantar debe ser libre, ninguna mujer debe hacerlo si no lo desea.
• El pecho no solo cubre la necesidad de alimento de la criatura, también cubre sus necesidades emocionales, proporciona cariño, amor, seguridad.
• Tu leche es el alimento perfecto para tu bebé, cubre todas sus necesidades .Y es irremplazable.
• Tu bebé no necesitará tomar agua, ni zumos, ni otro alimento durante los primeros 6 meses, la leche materna se adapta a las distintas etapas del crecimiento.
• Cuidar de un recién nacido es una tarea gratificante pero puede resultar agotadora, prevé ayuda en tu casa para las primeras semanas.
• Busca una posición cómoda, con la espalda y brazos bien apoyados y hombros relajados. Un clima tranquilo es lo ideal.
• Asegúrate en cada toma de que el bebé se coja bien. La areola debe estar dentro de su boca, no solo el pezón. No debes sentir molestias, si es así, consulta con tu matrona o grupo de lactancia.
• El bebé no nace con hambre. Está preparado para alimentarse durante los 2 ó 3 primeros días exclusivamente con calostro, un líquido espeso y amarillento con un alto contenido en células de acción inmunitaria, proteínas y vitaminas, por lo que no necesitará nada más. En unos días se convertirá en leche de transición, algo más clara y líquida y poco después, en leche madura.
• El pecho se da a demanda, es decir, cuando la criatura lo necesite, sin horarios, dejando que se suelte de manera espontánea. Dale el pecho cada vez que dé muestras de hambre, si lo notas inquieto, antes de que llore, a la mínima duda, ofrécele. Los recién nacidos suelen mamar de 8 a 12 veces al día, pero puede que sea más o menos. Y no tiene por qué ser todos los días igual.
• La composición de la leche varía durante la toma. La del principio es más “aguada” y la del final más grasa, por eso es importante que tu bebé vacíe bien el pecho. Cuando termine con el primero, ofrécele el otro y que mame lo que quiera. Y en la siguiente toma empieza por éste último.
• La producción de leche aumenta con la frecuencia del amamantamiento y se mantiene dando el pecho a demanda. Si le das a tu bebé cada vez que te pida, te aseguras tener la cantidad de leche que necesita en cada momento y etapa de crecimiento. Cuando necesite que la producción aumente, demandará mucho más a menudo (¡no te asustes, no te estás quedando sin leche!). Es una “crisis de crecimiento”: el pecho recibe el mensaje de que ha de producir más y en dos o tres días se ajusta a la nueva situación.
• Los complementos, chupetes o ayudas antes de los 6 meses no son necesarios. Y ponen en riesgo el amamantamiento, porque disminuyen la producción de leche.
Recuerda que ante la mínima duda, pide ayuda, para eso están los grupos de apoyo a la lactancia materna. Todos ellos cuentan con madres voluntarias, en continua formación y con información contrastada tanto por la OMS como por la AEPED.
Madres con vivencias, experiencias y que han pasado por las mismas dudas que tú, con ganas de compartirlas contigo y prestarte su apoyo.
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