El frío parece que ya llega para quedarse, así que acompañándole llegan los resfriados, los mocos, las bronquitis, las laringitis y en definitiva todos los “itis” que estén asociados al sistema respiratorio.
Esto hace que muchos padres busquen prevenir antes que curar y busquen soluciones antes de que aparezcan los problemas. Entonces es cuando llegan los diálogos entre padres del “a mí me funciona esto” y el “a mí me va genial con…”, entre los que se encuentra la frase: “yo leche no les doy, porque produce mocos”.
Así que cuando un niño se resfría o enferma, además de tomar las medidas pertinentes para solventar los síntomas, muchos padres dejan de dar leche a sus hijos. Otros, aún más atrevidos, no les dan aunque estén sanos, para evitar el primer moco.
La realidad es que, a día de hoy, no hay ninguna evidencia que pueda demostrar que la leche de vaca produce mocos y si no se puede demostrar que exista dicha relación se puede decir que se trata de un mito o de una leyenda urbana sin fundamento que está haciendo que muchos niños no tomen leche.
Leche y mocos, juntos, pero no revueltos
Lo que tienen en común los mocos con la leche es que los que más viven con ambas cosas son los niños. Los primeros años de los niños son un ir y venir de infecciones de todo tipo, básicamente porque los niños son personitas cuyo sistema inmunológico es todavía inmaduro y no solo lo cogen todo, sino que les cuesta soltarlo. Si a esto sumamos que hoy en día la mayoría va a la guardería o al colegio, tienes un montón de niños juntos que se van pasando los virus como quien se pasa una pelota.
En esos primeros años los niños beben mucha leche y lo hacen porque es uno de los alimentos esenciales en esa etapa: es fuente de calcio y vitaminas (sobretodo A y D) y contiene lactosa, que ha demostrado ser un elemento importante a la hora de absorber correctamente el calcio.
Entonces, coincidiendo en el tiempo un alto consumo de leche (materna, artificial o de vaca) con un gran número de infecciones, toses y mocos, alguien debió de hacer una de esas asociaciones absurdas que acaban calando hondo y que llegan a generar un consejo de salud (“deja la leche, que produce mocos”) que mucha gente acaba siguiendo porque se lo cree.
Pero, podemos vivir sin leche
Se duda mucho de la conveniencia de tomar leche de vaca o no hacerlo los primeros años, hasta el punto que muchas familias han dejado de dar leche de vaca a los niños, sustituyéndola por bebidas a base de soja o almendra, que poco tienen que ver con la leche (empezando por que ni es leche, ni tiene lactosa, por ejemplo).
La realidad es que sí, los niños necesitan beber leche. Prueba de ello es que durante los primeros años todos toleramos (excepto los que nacen ya con la intolerancia) la lactosa sin problemas para después ir perdiendo las lactasas, enzimas que digieren la lactosa. Esto es porque venimos preparados para tomar leche de nuestra madre y, una vez hecho el destete, las lactasas empiezan a disminuir (más o menos se calcula que un niño que después del periodo de amamantamiento no toma lácteos de vaca tendrá, a los 4 años, un 90% de la lactasa que tenía cuando era más pequeño).
Si un niño, tras destetarse, sigue tomando lácteos de vaca de manera habitual, lo más probable es que siga produciendo lactasa y no llegue a ser intolerante, aunque hay un 15% de personas que en la edad adulta sí tendrá dicha intolerancia (hablo de España).
Los adultos podemos vivir sin leche, como podemos vivir sin fruta, sin verdura o sin pan. Otra cosa es que sea recomendable hacerlo o que simplemente encontremos las fuentes de calcio y vitaminas en otra parte. Los niños, en cambio, sí necesitan leche: es lo primero que buscan cuando nacen y es con lo que se alimentan de manera exclusiva los primeros seis meses. Pasados esos meses, e incluso pasados los 4 años que hemos mencionado más arriba, sigue siendo igual de buena e igual de recomendable.
Pero el médico me dijo…
Lo más extraño del asunto, o quizás no tanto, porque muchos consejos médicos carecen de fundamente científico, es que muchas veces son los propios médicos y pediatras los que recomiendan evitar los lácteos en época de mocos. Esto hace que muchos niños no estén tomando leche en una época en la que necesitan más calcio que nunca, porque están creciendo.
No es que no se pueda vivir sin leche, que ya hemos dicho que se puede, el problema es que muchos niños, si no toman leche, podrían no llegar a tomar el mínimo de calcio necesario o tomarlo y no llegar a absorberlo correctamente.
Repito: no hay relación entre los mocos y el consumo de leche, así que si tu hijo tiene mocos, que beba mucha agua y que siga bebiendo leche y comiendo yogures y queso como siempre.
Vía Bebés y más por Armando
2 comentarios:
Si que hay estudios contrastados que nos indican que la leche hace mocos, pero como comprenderéis, todo la industria que hay montada alrededor de la leche no puede dejar salir esta información.
Os dejo la información de un estudio:
En el libro de Laura Gutman, "La Revolucion de las madres" tiene un capítulo que habla extensamene del tema de la leche de vaca. Aquí dejo un párrafo por si os interesa:
"El consumo de leche esta directamente relacionado con la producción de mucosidad en el organismo, especialmente en los niños. Cuando la proteína de otro animal entra en contacto con nuestro sistema inmunológico, se genera una respuesta. Y la reacción más habitual contra la invasión de proteínas extrañas es la producción de mucosidad en las membranas nasales y de la garganta. Por eso es tan común que los niños estén llenos de mocos, dolores de garganta, bronquitis, infecciones en los oídos, neumonías y todos los transtornos de las vías respiratorias que son comunes en los niños, sobre todo en el mundo occidental. Paradójicamente, generar moco es muy saludable, ya que es la manera que tiene el organismo de defenderse de proteínas extrañas. Si durante una semana suspendemos toda ingesta de leche y de productos derivados de la leche, observaremos rápidas y contundentes mejorías. Por eso no me explico por qué no usamos este método completamente eficaz contra los resfriados, que es tan sencillo como suprimir la leche de la dieta cotidiana, en lugar de llenar a los niños con antibióticos...."
Otro pedacito:
"Hay estudios que aseguran que el 50% de los niños sufren reacciones adversas a la leche de vaca, ya que contiene muchas proteínas inmunogénicas. Esto quiere decir que piden al sistema inmunitario que produzca grandes cantidades de anticuerpos y complementos, con lo que generan un agotamiento forzoso.
La principal responsable de las reacciones alérgicas es la caseína, una proteína que la leche de vaca contiene en un 300% más que la leche humana. La caseína es una sustancia muy densa que obstruye el sistema respiratorio. La reacción más común de nuestro sistema inmunológico frentre a la absorción de proteínas extrañas es la secreción de moco en la nariz y la faringe. El moco es la reacción saludable del organismo contra una proteína que no puede incorporar. En la medida en que seguimos incorporando leche o lácteos, el organismo continúa segregando mocos; entonces, después del resfriado común se van agravando los síntomas y aparece el dolor de garganta, la rinitis, la sinusitis, la bronquitis, la otitis, la neumonía y todas las infecciones de oídos con las que conviven los niños a veces durante toda la infancia.
Se sabe que incluso los bebés amamantados, pero cuyas madres consumen leche de vaca, también pueden producir mucosidad. Es decir, en esos casos conviene que la madre suprima el consumo de leche vacuna o sus derivados."
Es cierto, hay estudios que indican tanto que producen mocos como que no, ahí ya cada persona es libre de tirar a un lado o al otro.
Muchas gracias por tu opinión, y por las molestias que te has tomado.
Un saludo.
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