lunes, 13 de mayo de 2013

Lactancia materna y caries

LACTANCIA MATERNA Y CARIES

Todos sabemos de los beneficios de la LM para la salud del niño, de la prevención de muchas enfermedades (diabetes, obesidad, asma…), además de la sensación de afecto y protección que proporciona al niño. También conocemos los beneficios sobre la madre, ya desde el mismo momento del parto pero también a largo plazo.
La OMS recomienda amamantar mínimo 6 meses y hasta los dos años, pudiendo prolongar la lactancia cuanto deseen madre e hijo.
Sin embargo, muchos profesionales consideran que las caries infantiles se deben a la “lactancia prolongada”, haciendo creer que esto es una moda, y que propicia el desarrollo de las caries de la infancia temprana. Muchos, de hecho, confunden caries de la infancia temprana con “caries del biberón” y para ellos es exactamente igual amamantar que dar el biberón. Vuelven la vista hacia el hecho de que el destete natural en la especie humana ocurre entre los 2 y los 7 años, y que todo lo que sea destetar antes de los dos años es un destete precoz. ¿Podría ser que en esta ocasión la naturaleza se haya equivocado? ¿Podría ser que la naturaleza provea de dientes a los niños y sin embargo la LM los destruya poniendo en riesgo la salud y la vida de los niños?
Fijémonos en los animales: ¿hasta cuándo maman los animales? En su ambiente natural hasta que les parece oportuno. ¿Tienen caries los cachorros? No. Los veterinarios ven caries en animales cuya dieta se ha “humanizado”, con dueños que les proporcionan alimentos que no son propios para animales
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Hablemos de las caries.
Para encontrar una respuesta, veamos qué son las caries: llamamos caries al proceso destructivo del diente que tiene lugar como consecuencia de la desmineralización de la superficie dental. Esta desmineralización ocurre debido a que las bacterias se alimentan de los restos de glucosa que se quedan depositados sobre la superficie dental. Las bacterias metabolizan la glucosa y como producto eliminan ácidos, que son los que van destruyendo el esmalte, primero produciendo una mancha blanca, que se puede remineralizar, y luego penetrando ya en el diente. Por tanto para que haya caries tienen que concurrir varios factores:
  • Que haya dientes: cuando aún no ha erupcionado ningún diente no se puede producir una caries. Aún así se insiste en que se limpien las encías con una gasita.

Streptococcus mutans, uno de los microorganismos de la placa dentobacteriana
  • Que haya bacterias: sólo con que haya azúcar pegado en los dientes no se provoca caries. A un diente sumergido en un azucarero no le pasa nada. Pero las bacterias están, y no aparecen por generación espontánea: ¿de dónde proceden las bacterias que inician y hacen que progresen las caries? Pues de la madre y de los cuidadores: el hecho de probar la comida nosotros primero antes de dársela al bebé, el soplar la comida para que no queme y el dar besos en la boca al niño, sobre todo si la madre ha tenido o tiene caries activas en el último año está demostrado que es un factor de ALTO riesgo para la aparición de caries en niños menores de 3 años, ya que inoculamos involuntariamente las bacterias en la boca del niño. Por otra parte, las bacterias sobreviven de los azúcares que introducimos en la dieta: nuestra dieta actual está plagada de azúcares refinados que ni nos damos cuenta que comemos. Los alimentos con más de un 14% de azúcar son de ALTO riesgo de caries. Cuando un niño empieza con la AC ¿qué comenzamos a ofrecerle? Normalmente plátano, papillas, galletas, zumos. Todos estos son alimentos de alto riesgo. Los dientes recién erupcionados tienen el esmalte aún sin terminar de mineralizar, por tanto son mucho más susceptibles a los ácidos. En ese momento precisamente es cuando más debemos evitar el contacto directo con sustancia azucaradas como zumos.
  • El tiempo durante el cual las bacterias están adheridas al diente es fundamental: no es lo mismo comer un donuts y luego un puñado de frutos secos que al revés. Los alimentos duros realizan una labor de arrastre y ayudan, junto con la saliva, a eliminar los restos más pegajosos. Terminar de comer con un pedazo de tarta no es lo mismo que con un trozo de queso. De la misma manera, no es lo mismo que el ataque de las bacterias tenga lugar 5 veces al día que 17. El tiempo en el que el riesgo es mayor son los primeros veinte minutos tras haber comido. En esos primeros minutos es cuando hay que lavarse los dientes. Pero la frecuencia con la que nos expongamos al riesgo es importante, así como el tiempo de contacto, aumentado en alimentos más pegajosos.
  • Y, finalmente, los factores de resistencia individual del paciente como la cantidad de saliva (reducida en ciertas enfermedades, o con el uso de medicamentos como corticoides comúnmente utilizados para el asma), un esmalte deficiente de forma congénita, una anatomía irregular de la superficie dental y otras circunstancias individuales pueden predisponer al niño a tener más caries. Aquí la higiene dental, el aporte de flúor y la conveniencia o no de colocar selladores oclusales juegan el papel más importante, pues estas medidas está demostrado que disminuyen drásticamente el número de caries presentes.
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Entonces, ¿qué papel juega en todo esto la LM?
Vamos a ver qué factores juegan a favor de la LM en cuanto a la boca:
  • Al mamar el niño aprende a respirar por la nariz, lo que hace que se estimule el crecimiento del tercio medio de la cara.
  • File:Breastfeeding.gifLa lactancia hace que al mamar la mandíbula se desplace hacia atrás y adelante, disminuyendo el retrognatismo mandibular fisiológico del recién nacido.
  • Los bebés cuanto más tiempo son amamantados menos se chupan el dedo o recurren a chupetes: hay una relación inversa entre el tiempo de lactancia y los hábitos bucales nocivos.
  • El bebé es capaz de controlar la longitud del pezón, su flexibilidad y el flujo de líquido, cosa que no puede hacer con tetinas ni chupetes.
Y concretamente, en cuanto a la caries:
  • El pezón se coloca al final de la boca, en el límite entre paladar duro y paladar blando. No toca los dientes, cosa que sí sucede con los biberones.
  • Si el pezón no es ordeñado no sale leche de forma continua. Aunque el bebé se duerma con el pezón en la boca, la leche no sigue saliendo. No se queda leche desbordando la boca. En el mismo acto en que el pezón se exprime, la leche es ingerida. Con el biberón sí existe ese riesgo, y de hecho es el mayor peligro
  • La lactosa es el azúcar que tiene la leche. Este azúcar se metaboliza en los dos monosacáridos que lo componen gracias a la lactasa, una enzima que se sintetiza en el intestino delgado. De esta forma en la boca no hay glucosa, las bacterias no obtienen glucosa de la lactosa en la boca, sino que la obtienen de otros azúcares como la fructosa. El riesgo pues es debido a la alimentación complementaria, no a la LM. En cualquiera de los casos, la lactosa es el azúcar menos cariogénico que existe.
  • La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho, la leche materna previene la caries.
  • La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte. No causa una disminución significativa en el pH, al contrario de lo que piensan muchos dentistas. La leche humana no es cariogénica a menos que haya algún otro azúcar fermentable introducido por la dieta.
En un paciente que no mama, y más en los niños, el ver que el niño está “todo el día” comiendo induce a pensar que está sufriendo un ataque ácido detrás de otro. Al dormir disminuye la producción de saliva con lo cual el arrastre de restos de comida se reduce al mínimo, y de hecho cualquier resto se queda adherido al diente hasta la mañana siguiente. Esto supone aumentar muchísimo el riesgo de caries. El niño que se duerme sin cepillarse los dientes es el perfecto candidato para tener caries. El dentista siempre ha de insistir en que hay que cepillarse los dientes antes de irse a dormir, tanto niños como adultos. Pero el niño que mama es diferente. No es un adulto chiquitito. No funciona igual. No es extrapolable. Si simplemente el único cambio en la conducta de la madre y el niño es suspender la lactancia, no va a mejorar ni a disminuir el riesgo de caries. Mamar por la noche no supone de ninguna manera el mismo riesgo que dejar el biberón colgado de la boca del niño por la noche.
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Entonces ¿Por qué me hijo tiene caries? ¿Qué puedo hacer ahora?
Las caries aparecen porque el equilibrio entre desmineralización y remineralización se ha roto. La boca se ha convertido en un entorno ácido. Hay que ver por qué. Hay que estudiar qué come el niño, cada cuánto, cómo están las bocas de sus padres y cuidadores, si come alimentos protectores contra la caries o no, y en cuyo caso introducirlos. Comprobar que la higiene bucal es buena y si es necesario aportar flúor en la pasta de dientes o en barnices o como sea mejor para él. Hay que estudiar muy pormenorizadamente todos los hábitos. Y mamar no es un hábito. Ni bueno ni malo. Mamar es una necesidad. Cuando se hayan controlado todos los factores externos anteriormente comentados, nos daremos cuenta que la LM no juega un papel decisivo en el inicio ni el desarrollo de las caries.
Es importante ser conscientes de que un niño con caries de aparición temprana (las que aparecen en menores de 3 años) es un niño con alto riesgo de caries, es decir, con riesgo de tener tres o más lesiones cariosas al año. Pero es más importante aún cuidar las piezas que no tienen caries, y de hecho eso es lo más fundamental, crear un entorno en la boca que permita que el resto de piezas libres de caries, incluyendo las que aún no han erupcionado, las definitivas, sigan libres de caries.
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Irene Iglesias Rubio

Odontóloga (nº Col. 40005606)

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:

  • Ramos-Gomez FJ, Weintraub JA, Gansky SA, Hoover CI, Featherstone JD. Bacterial, behavioral and environmental factors associated with early childhood caries.J Clin Pedi Dent 2002;26(2):165-73
  • Brambilla E, Felloni A, Gagliani M, Malerba A, García-Godoy F, Strohmenger L. Caries prevention during pregnancy: Results of a 30-month study. J Am Dent Assoc 1998;129(7):871-7.
  • Ercan E, Dulgergil CT, Yildirim I, Dalli M. Prevention of maternal bacterial transmission on children’s dental caries development; 4-year results of a pilot study in a rural child population. Arch Oral Biol 2007;52(8):748-52.
  • Isokangas P, Söderling E, Pienihäkkinen K, Alanen P. Occurrence of dental decay in children after maternal consumption of xylitol chewing gum: A follow-up from 0 to 5 years of age. J Dent Res 2000;79(11):1885-9.
  • Köhler B, Andréen I, Jonsson B. The effects of caries preventive measures in mothers on dental caries and the oral presence of the bacteria Streptococcus mutans and lactobacilli in their children. rch Oral Biol 1984;29(11):879-83.
  • Erickson PR, Mazhari E. Investigation of the role of human breast milk in caries development. Pediatr Dent 1999;21(2):86-90
  • Reisine S, Douglass JM. Psychosocial and behavioral issues in early childhood caries. Comm Dent Oral Epidem 1998;26(suppl 1):32-44.

martes, 7 de mayo de 2013

Taller: "La comunicación comienza en el vientre, los sentimientos de lxs niñxs"


"La comunicación comienza en el vientre, los sentimientos de lxs niñxs"

La comunicación, entendida como interacción con el mundo, comienza desde periodos muy tempranos, atreviéndome a decir que desde la concepción, se establece una comunicación con nuestros hijos. Es obvio que es  un tema que nos preocupa y que no resulta sencillo llevarlo a cabo sin ir a nuestro cajón de sastre adquirido desde nuestra infancia, porque al fin y al cabo formamos parte de ese cajón,  y nos resulta difícil deshacernos de él. Repitiendo pautas una y otra vez con nuestros hijos, pautas que aprendimos, que nos hacen relacionarnos con ellos,  con los demás y nosotros mismos, de una manera en concreto,  repetimos hasta la saciedad, extenuación y agotamiento sin conseguir en muchas ocasiones lo que queríamos.
Nos preguntamos, ¿Qué está sucediendo? ¿Cómo deshacernos de esto?

 Pues bien esta charla ofrece una pequeña oportunidad para ver todas estas carencias que hemos recibido y como estas se han ido grabando a fuego, para pasar a llevarlas a cabo con nuestros hijos. 

Objetivos: 

- Conocer la importancia demostrar un aprecio sincero a nuestros hijos.

- Formas que hacen que llegue ese aprecio, y las formas que impiden transmitirlo: evitar los juicios, encasillamientos y promover comunicación emocional que les ayuda a sentir que lo suyo tiene valor. 

- Sus sentimientos, como manejarlos, haciendonos cargo de los nuestros. 


Impartido por: Sarai Terol Silvestre, Licenciada en Psicología Universidad de Valencia, especialidad infanto- juvenil orientación Humanista.
Fecha: 17 de Mayo
Hora: 17.30 a 20.00 aprox.
Lugar: centro Social de la Zona Norte, 3ª Planta Alcoy
coste: Recogida de donativos
Dirigido: a todas las personas interesadas
Contacto: demareamare@gmail.com ó 615216123 - 644392505

lunes, 6 de mayo de 2013

Críticas a la crianza con apego

 
Una típica escena que vivimos las madres que seguimos la crianza con apego es la de la crítica social feroz hacia nuestro "estilo" de crianza (entrecomillo porque me resulta cómico llamar "estilo" a criar siguiendo tu instinto y como se ha hecho toda la vida, pero ya sabéis que ahora resulta que esto está de moda, cuando es más viejo que quienes lo tachan de moda o estilo y viene acompañando al ser humano desde sus orígenes). No es raro escuchar frases como:

1) En ese trapo (portabebés) se va a asfixiar/caer/dañar la espalda el niño.

No sólo no es dañino sino que es ergonómico, favorece su desarrollo oseo pélvico previniendo la displasia de cadera, facilita el desarrollo psicológico del bebé al tomar parte en las actividades familiares desde un lugar pecibido como seguro para él, facilita una posterior independencia en base a un apego seguro, etc. Y si fueran dañinos la especie humana se habría extinguido hace tiempo.

2) Dormir con los niños es malísimo. Aquí pueden pasar dos cosas, una que les digas que por qué y sólo se escuchen los grillos del campo, la otra que te suelten algo así como la cama es para la vida en pareja/es que así los niños se malacostumbran/ no te lo vas a sacar de tu cama nunca / vas a crearle un trastorno sexual.

Vamos por partes. La vida en pareja se hace en muchos más lugares que en la cama, de noche y en la postura del misionero. Los niños no se malacostumbran, ni quieren engañarnos, porque su cerebro aun no es capaz de hacer eso, tal y como ya hablamos en otro artículo. Cuando tengan 10 años y no quieran ni darnos un beso en el cole por si les ven sus amigos, os recordaremos cuando nos decíais que nunca se irían de nuestra cama. Respecto a la última respuesta del trastorno sexual, lo primero: me repugna que se hagan insinuaciones sobre la elección sexual adulta como si la homosexualidad fuese una enfermedad. Segundo: esto es más falso que un duro de madera. Si fuese así, y también respecto a las otras pegas, la especie humana se habría extinguido hace tiempo.

3) Si le sigues dando el pecho no le alimentas/ le vas a enviciar/ se te van a caer las tetas.

La leche materna está recomendada por la OMS como alimento exclusivo hasta los 6 meses, y recomendado hasta como mínimo (no sólo hasta ahí) los 2 años de edad junto con la AC (alimentación complementaria, sugiero que se busque el significado de complementaria). No sólo le alimenta, sino que es lo mejor para que desarrolle sus defensas de un modo óptimo, y no le damos solo teta a partir de los 6 meses. Come otras cosas. ¿Enviciar? depende de si ves la lactancia como algo sucio y pervertido o cómo lo veo yo: un acto de amor de lo más inocente y tierno. Mis tetas son mías, gracias. Ni se me van a caer, ni hago las cosas pensando en cómo van a quedarme las tetas, sino en el bienestar de mi hijo.

4) Hay que acostumbrarles a dormir solos y ponerles límites o se te suben a la chepa.

Si sugieres que aplique el método Estivill, como psicóloga ya te digo que no me interesa dañar el cerebro de mi hijo, crearle angustia, traumas de por vida y un deficiente manejo de las situaciones de ansiedad. Repito: los niños hasta cierta edad son incapaces de engañar, su cerebro no dispone aun de la capacidad para ponerse en el lugar de otra persona, sentir empatía o engañar. En el mismo enlace del punto 1 podéis ver algo sobre límites mal entendidos, límites necesarios, límites innecesarios encaminados sólo a quedar bien socialmente o al bienestar de los padres pasando por encima del desarrollo psicológico de sus hijos, etc.

Pongo las más representativas que suelen surgir en reuniones sociales, aunque hay más.

Por mucho que argumentes, aportes datos contrastados, evidencias científicas...no hay nada que hacer. Topas con un muro. La mayoría de las veces optas por no entrar en debate o directamente contestar con ironía.

Además ves como personas que normalmente son educadas, incluso dulces, pasan a atacar en cuanto se menciona de pasada cualquier tema sobre esto. Y tus argumentos luchan contra la exaltación.

Como psicóloga, queridas compañeras de la crianza con apego, tengo algo que aportaros sobre estas reacciones: tiene nombre, y este es disonancia cognitiva.

La teoría de la disonancia cognitiva fue formulada por Festinger a finales de los años 50. Básicamente viene a decir que cuando alguien se expone a dos ideas o conceptos que no son compatibles, se crea un malestar psicológico llamado disonancia cognitiva. Para lograr la coherencia personal interna y para reducir esta disonancia, se tiende a generar ideas, excusas o justificaciones varias, llegando de nuevo al equilibrio y a la coherencia personal. Lo que se viene llamando autojustificarse (inconscientemente casi siempre) de toda la vida.

Por ejemplo: Estoy a dieta, quiero comerme una chocolatina. Las dos ideas son incompatibles, pero dejan de serlo si automática e inconscientemente busco la excusa: pero como mañana voy a ir al gimnasio, si me la como no pasa nada. Así la coherencia interna se mantiene, seguimos a dieta, pero nos podemos comer la chocolatina sin sentirnos mal.

Cada día cualquiera de nosotros sigue este proceso en distintas situaciones, es un proceso psicológico normal para mantener una autoimagen coherente y con la que nos sintamos a gusto.

La disonancia cognitiva puede traer de la mano otras cosas:

-la demonización del "contrario": se da muchísimo en guerras para así reducir la disonancia que produce cometer crímenes de guerra o directamente matar en combate. Pero también en otras circunstancias se da, no necesariamente en circunstancias extremas como una guerra, en la vida cotidiana se demoniza al que mantiene una postura o defiende unas ideas que no casan con las nuestras. Si es malo, sus ideas no son válidas, las nuestras si.

-La defensa a ultranza de modo agresivo de las ideas que chocan con las de la otra persona pese a que la otra persona sea correcta, educada y aporte argumentos. Es la propia disonancia, el propio malestar, el causante de esa agresividad. Vereis que personas muy comedidas en cualquier otro aspecto pasan a reaccionar así ante la más leve insinuación de algo diferente a lo que ellos hacen. Cuantos más argumentos ofrezcáis, cuanto más razonéis, cuanto más vean que podemos estar en lo cierto, más chocará con sus ideas establecidas, más disonancia les creará y más agresivamente reaccionaran.

Además en cuanto a la crianza hay otras variables más que recrudecen todo esto:

-El criar de un modo diferente crea la idea inconsciente de que lo contrario está mal, y por ende que llamamos "mala madre" a la otra persona sin insinuarlo siquiera. Disonancia de nuevo. Equilibrar la balanza del autoconcepto reduciendo la disonancia que nos produce el que en el fondo nos parezcan de lo más lógicas las razones que nos dan, y por lo tanto hasta entonces habré errado. Si nuestro instinto es fuerte, podremos empezar a compartir conocimientos. Si no lo es y no queremos cambiar, reaccionaremos a la defensiva como si nos insultasen llamandonos "mala madre". Todo ello inconscientemente.

-La presión social que machaca continuamente con no dar el pecho, dejar llorar a los niños, castigarles, llevarles a su cuna, etc. Esto entra en conflicto con lo que nos dice nuestro instinto, produce disonancia. Si nuestro instinto es fuerte, criaremos con apego y no nos importará lo que nos dice la vecina o la suegra. Si no lo es y nos importa más el qué dirán, o nos sentimos excesivamente presionados, no lo haremos.

-La comodidad personal. Cuando se es padre se pierde independencia, se pierde sueño, se pierde descanso, ocio...al menos tal y como lo entendíamos hasta entonces. Algunos padres y madres decidimos seguir nuestro instinto y las evidencias científicas. Simplemente nos adaptamos a nuestra nueva vida, compartiendo los momentos de ocio con nuestro hijo, por ejemplo (a mi en concreto además es que no me apetece otra cosa). Otros no, y comienzan a buscar excusas inconsciente o conscientemente para poder dormir como antes, para seguir viviendo como si no tuviesen hijos. Y de aquí sale la variable anterior, la presión social, por desgracia la mayoria somos por naturaleza egoistas y los padres tienden a la comodidad personal. ¿Lo adivináis? si, aquí llega de nuevo nuestra amiga la disonancia cognitiva, en padres y madres que han logrado el equilibrio del autoconcepto relegando su instinto y el ansia de información a un segundo plano para seguir su vida como antes. Si aparece una de nosotras en escena, les produce disonancia, y se pasa al ataque.

Claros ejemplos de estas variables son el método Estivill y los límites mal entendidos.

En el caso del método Estivill, tengo que decir que este señor no es nada tonto. ¿Qué es lo que cambia más en la vida de los padres primerizos? el sueño. Los bebés no pueden aprender a dormir como los adultos, sencillamente porque el sueño del bebé es diferente al del adulto por naturaleza, es un proceso evolutivo, el bebé que no se despertaba cada poco tiempo a mamar o a llamar la atención de su madre con el llanto no sobrevivía en tiempos de nuestros ancestros. No podemos pretender que la evolución se rinda ante los "progresos" como las cunas e interfonos. No podemos pretender que un bebé duerma como un adulto. No son capaces de manipular, como ya dijimos más arriba. Pero esto si no se tiene cierta inquietud, no se sabe (por desgracia, la mayoría de las veces se aplica este método pensando verdaderamente que es lo mejor para nuestros hijos). Si no se quiere tener cierta inquietud, tampoco se sabe, porque es mejor para muchos padres seguir sin saber esto y dormir del tirón. ¿Y que necesitan esos padres que en el fondo quieren dormir para hacer callar a su instinto cuando escuchan llorar a su hijo solo en la cuna? la opinión de un "experto" (entrecomillo porque no lo es y no me cansaré de decir que un supuesto método sin estudios que lo avalen y bibliografía es papel mojado). Esto les sirve para reducir su disonancia. No habría madre que fuese capaz de hacer lo que dicen en ese libro sin esa excusa. Si lo dice el doctor debo hacerlo por el bien de mi hijo, traducido del inconsciente quiero dormir y necesito algo que me de la autojustificación para dejar llorar a mi hijo/dejarle solo. Estivill ha descubierto la gallina de los huevos de oro a costa de la salud psicológica de miles de bebés y niños (si está demostrado que el método es dañino). Dales esa excusa inconsciente (opinión de experto) a esos padres que quieren dormir y pensando que hacen lo mejor aplicaran el método a sus hijos pintandolo de "es lo mejor para ellos" y que les enseñan a dormir (verdaderamente lo creen), cuando esto es imposible como ya hemos dicho y lo único que enseñas al niño es a que haga lo que haga, llore o no llore, va a estar solo y a sentir un miedo atroz a morir. Indefensión aprendida que causa daños psicológicos graves. Esos padres aplicarán el método y compraran el libro. Hagamos caja.

En cuanto a los límites, es más de lo mismo: hay límites necesarios que conciernen a la salud o seguridad de nuestros hijos (no pueden ir solos a cruzar la calle, no pueden tirarse por la ventana, no pueden ir desatados en la silla del coche, etc) o como guía de los padres para su aprendizaje, no para la imposición de voluntades. Por desgracia la mayoría de los límites que se ponen son límites de lucha de poder o destinados a la comodidad paterna, como por ejemplo decirles que se queden quietos y callados porque los papás están con visitas. Los niños son niños, no van a comprender eso (es decir, objetivo educativo cero). ¿Y qué objetivo se busca con ese límite? simplemente que no molesten en una vida donde los niños no tienen un papel. En nuestra casa cuando vienen visitas el niño es uno más, y sus necesidades son atendidas (juego, alimento, sueño, cariño...), los adultos somos nosotros, y somos los que nos adaptamos a él. Por otro lado, encontrar alternativas al "esto se hace así porque lo digo yo" requiere implicación, documentación y estudio por parte de los padres, y es mucho más fácil y cómodo tirar del porque lo digo yo. ¿Qué ocurre si aparecemos intentando que nuestros hijos generen por si mismos soluciones, valorandoles como personas, no ridiculizándoles o no ignorándoles, etc? de nuevo aparece la disonancia, y el ataque.

Así que ya sabeis, si os sirve de consuelo, esto es un proceso normal. Cuando aparecen los ataques realmente no os atacan a vosotras. Hablan consigo mismos aunque no se den cuenta. Intentan reducir la disonancia. Con suerte alguno seguirá pensando en ello y sus hijos creceran en un clima de respeto y con apego seguro.

Somos la voz de su instinto dormido, sintámonos orgullosas de ello. Y cuanto más nos ataquen, más representaremos su instinto.

Via: Laura Perales Bermejo, psicóloga y madre, www.renacuajos.com

viernes, 3 de mayo de 2013

Lactancia materna fustrada (otra más)

En general, las personas desconocen hasta qué punto es importante el apoyo durante la lactancia materna. Un apoyo con conocimiento, claro, no basado en mitos y falsas creencias.
Apenas hace un mes que visité a una mamá con su bebé recién nacido durante una de las asistencias a mi voluntariado en el Hospital General. La chica estaba alegre porque quería amamantar a su niña, pero me refirió que sentía un dolor insoportable cuando la criatura se le agarraba a los pezones. Estuve con ella viendo la toma y aparentemente estaba bien, pues en apenas 24 horas de vida no es fácil detectar problemas. Aun así, le comenté que cuando saliera del hospital y si el dolor persistía, acudiera a visitar a una de nuestras asesoras que atiende en el pueblo de al lado de donde ella venía. Le dije que, por lo que me refería, era muy posible que la niña tuviera un frenillo y para ello tendrían que hacerle un diagnóstico y un seguimiento del mismo para poner solución en caso de que necesitara una frenotomía.
Han pasado poco más de tres semanas y me ha llamado la asesora en cuestión para contarme sobre esta madre. Y todavía me estoy reponiendo del disgusto.
Efectivamente el dolor continuaba y cuando la madre no pudo más acudió a la matrona de su Centro de Salud, quien observó una mastitis y derivó a la persona oportuna (médico) para que le dieran un tratamiento antibiótico.
Hago un paréntesis para comentar que, durante cierto tiempo se han tratado las mastitis con un antibiótico bastante común, pero a día de hoy y tras numerosos y constantes estudios, se ha podido verificar que la mayoría de mastitis están causadas por el estafilococo aureus y por el estreptococo epidermidis, de los cuales la mayoría de las cepas son resistentes a estos antibióticos y necesitan, para su total curación, uno muy específico. Y sabemos cuál es.
La madre, no bien sin pesar, tomó el antibiótico que, como era de esperar no le hizo ningún efecto y además, le produjo un efecto rebote. Los pechos comenzaron a tener una ingurgitación que añadida a la mastitis, le producían un dolor insoportable. Entonces acudió a nuestra asesora… quien, viendo que era demasiado tarde y el tema ya no era de su incumbencia, la puso en contacto con un médico de referencia para nosotras, el único que por aquí sabe tratar estos temas tan concretos.
La mujer llegó a él en tal estado, que fueron necesarias varias punciones para extraer el pus de los pechos. Y el doctor verificó en la niña un frenillo de tipo 4 hasta entonces NO diagnosticado. Pero el tiempo había corrido muy en su contra y ya se había producido un absceso, con lo cual terminó en el quirófano del hospital para abrir el pecho y realizar una buena y urgente limpieza del mismo.
El bebé, en estas circunstancias, tuvo que ser alimentado con leche artificial y así continuará, pese a que en caso de un absceso no es necesario destetar. Se recomienda que la madre amamante al bebé del pecho sano, y durante un par de días se extraiga del pecho intervenido. Una vez transcurridas estas 24-48h puede volver a lactar del pecho enfermo, protegiéndose la herida y el drenaje para que el bebé no lo arranque sin querer.
Mi compañera, la asesora, me contaba cómo lloraba esta madre. Por el dolor físico y por el dolor que le causaba no poder amamantar a su primera hija. Apenas pudimos contener ambas, también las lágrimas, pero sabemos que como asesoras voluntarias hicimos lo que pudimos, no nos correspondía más.
Y ahora viene la siguiente cuestión. Si yo como VOLUNTARIA no paro de hacer cursos de reciclaje y formación, si yo como asesora de un grupo de apoyo a la LM, sin ser experta en anquiloglosias soy capaz –por la clínica que la madre me refiere- de detectar una anomalía, si yo como asesora sé cuál es el antibiótico indicado para este problema de mastitis en concreto… ¿por qué el personal sanitario NO lo sabe?
Las asesoras voluntarias NO cobramos por nuestra labor, NO tenemos el prestigio del que constan los médicos y matronas, NO podemos diagnosticar ni tratar, pero somos las que estamos a pié del cañón con las madres durante sus lactancias.
En cambio, parte del personal sanitario que está con las madres y es a quien les corresponde tratar con las posibles patologías derivadas de la lactancia, NO están actualizados y lo que es peor, la mayoría NI siquiera están formados en lactancia materna.
En noviembre de 2010 se hicieron unas jornadas gratuitas de actualización sobre lactancia materna en el Hospital General de Valencia, impartidas por Sina. Yo estuve en ellas y entre todas las asistentes sólo acudieron tres profesionales de toda la Comunidad: una enfermera del propio hospital, una enfermera de un Centro de Salud y una enfermera de un hospital de Castellón.
Recientemente se ha terminado una formación intensiva en la Facultad de Medicina de Valencia, éste no era gratuito pero su coste apenas era significativo en proporción a la formación e información que a través de él se podía adquirir. También estuve en él y el personal sanitario que allí estaba, se podía contar con los dedos de una mano.
Estas palabras no son una descalificación hacia los profesionales de la salud, sino una llamada a la conciencia. Hoy en día hay posibilidades para una formación específica en lactancia materna y para un reciclaje continuado respecto a la misma. Pero desconozco la razón por la que son todavía muy pocos los médicos, matronas y personal de enfermería que acuden a estos cursos. Y lo digo tal y como lo conozco y como lo he vivido, asumiendo la responsabilidad mis palabras.
Ojalá lo que le ha sucedido a L., la mamá en cuestión, no ocurra nunca más. Ojalá se incluya en en la especialidad de pediatría, en la de matrona y en la enfermería, una buena formación sobre lactancia materna. Y ojalá los profesionales tengan conciencia de lo que es amamantar, a nivel físico y a nivel emocional, para los bebés y para sus madres. Y en definitiva para la sociedad y para el planeta.
 
Extraido del blog AMAMADOULA.

jueves, 2 de mayo de 2013

Mastitis, el lado oscuro de la lactancia

"En los últimos años, la lactancia materna está siendo objeto de un renovado interés en los países desarrollados debido a los beneficios que este tipo de alimentación proporciona a corto, medio y largo plazo.
Desde el punto de vista médico, las mastitis constituyen la principal causa de destete precoz; sin embargo resulta sorprendente la gran escasez de estudios sobre la mastitis humana.
Ante la ausencia de un diagnóstico y la frecuente prescripción de un tratamiento inadecuado, las mujeres con este problema suelen enfrentarse a un difícil dilema: seguir amamantando a su hijo aguantando el dolor y resto de síntomas ante la incomprensión de su propio pediatra, o abandonar la lactancia."
(Fragmento extraído del libro del mismo título 2013)
 
 
 
Desde el grupo de apoyo a la lactancia De Mare a Mare, estamos viendo, muy a nuestro pesar a muchas de vosotras con este problema, y es por esto que además de todo nuestro apoyo, y sabiendo por experiencia de algunas de nosotras lo doloroso que puede resultar, hemos decidido tener en nuestro poder el libro MASTITIS, EL LADO OSCURO DE LA LACTANCIA, y seguir formándonos como hasta ahora para poder daros mas respuestas.
 
Sois todas unas valientes y deseamos de verdad que las que optáis por este tipo de alimentación para vuestros pequeños, podáis disfrutar plenamente de una lactancia exitosa.
 
Recuerda que dar de mamar no ha de doler, si esto ocurre es que algo no marcha bien, y para eso estamos, para ayudaros a superar este pequeño bache.
 
Si queréis leer algo más, os enlazamos con un artículo de Sina, grupo de apoyo a la lactancia materna de Valencia que está muy interesante.